Zocodover. Homenaje Comuneros 2011

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sábado, 7 de junio de 2014

República, Monarquía, las 2 Españas y nosotros en medio




Tras la abdicación de Juan Carlos I se ha vuelto a abrir el debate sobre el modelo de Estado para España: Monarquía o República.
Los castellanistas en este particular también nos hallamos divididos, aunque parece que los republicanos son/somos mayoría.

Para muchos la República es la solucíón a todos nuestros males. Como republicano y federalista debería estar de acuerdo con ellos, pero no veo las cosas tan de color de rosa (o de morado)
El debate para los pocos que amamos esta tierra y nos duele su abandono no debería ser quién tiene que ser el Jefe del Estado.

Consideración primera: ¿son radicalmente distintas y antagónicas las políticas y la forma de estar en el mundo de los Estados Unidos de América (República) y su fiel aliado el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte (Monarquía)?
¿Tienen algo que ver entre sí las repúblicas de EEUU, Francia o Italia con las repúblicas de Siria, Irán o Venezuela?
O dicho de otro modo: la república per se no soluciona nada. Imaginemos de presidente de la República, a digamos, un Aznar, Zapatero o F.González ¿algún castellanista serio cree que iba a tener más sensibilidad hacia nuestra causa que un monarca de la dinastía Borbón o cualquier otra?

Consideración segunda: muchos olvidan que en las manifestaciones de los pasados días a favor de uno u otro modelo, las dos banderas (rojigualda y tricolor) representan a España. Unos no son más españoles que los otros. 

Consideración tercera: me atrevería a asegurar que muchos no quieren una 3ª república, sino una 2ª república-bis. Es decir, tras décadas de intentar reconciliar a las dos Españas, algunos se empeñan en reivindicar una etapa que acabó en un baño de sangre y en el enfrentamiento de hermanos contra hermanos.

Consideración cuarta: ¿saben la mayoría de los que llevan la enseña tricolor el por qué del morado de la tercera franja? Esos mismos a los que se les cae la baba con la "lucha legítima" de las "nacionalidades oprimidas por el Estado Español" pero que se ríen de los castellanistas mirándonos como a friquis pasados de moda. (1)

Consideración quinta: para las formaciones políticas en cabeza de la causa republicana, empezando por IU, Castilla no existe. Ni está ni se la espera. Buena parte de los partidos que presumen de federalistas asumen el injusto y asimétrico mapa autonómico que sufrimos. Mapa. que, amigos castellanos/as, nunca olvidéis, respetó todas las regiones españolas menos dos: León y Castilla. Dividiendo a la segunda en entes inanes, anexionando la primera a los restos de Castilla la Vieja, descastellanizando Madrid y aislándola de su Hinterland, promoviendo nuevas identidades para la Rioja y Cantabria.

Para Castilla y los castellanos ese debería ser el quid de la cuestión. Monarquía o República van a seguir ignorándonos, negándonos el pan y la sal.

El problema es que a la mayoría de los castellanos esto les trae al pairo. A los de la derecha españolista, porque dicen defender la unidad de España (mientras que desprecian las culturas españolas minoritarias) y a los de la izquierda multicultural y “ciudadana del mundo” porque en el fondo para ellos Castilla es algo antiguo y/o paleto y/o “franquista” (esos mismos que defienden la supervivencia de las culturas indígenas de la Amazonía o los “derechos históricos” de vascos y catalanes, mientras desprecian y reniegan de sus propias raíces). No hace mucho, un amigo vallisoletano y militante de Iu me espetaba algo así como que nuestro problema era secundario, que lo importante era luchar contra "la derecha". Sí, sin lugar a dudas nuestro problema es "secundario". Basta alejarse unos kilómetros de Madrid o Valladolid para ver los pueblos despoblados, el silencio en los campos, el abandono de nuestra tierra.

Es muy probable que en breve veamos un nuevo proceso constituyente. Y, nos traiga lo que nos traiga el futuro, seguiremos siendo el felpudo de España si no nos movemos. No nos queda apenas tiempo, Castilla ya apenas es algo más que un capítulo de la Historia de España.

(1) Según el decreto que la regula en 1931, se razona así: 

[...] Hoy se pliega la bandera adoptada como nacional a mediados del siglo XIX. De ella se conservan los dos colores y se le añade un tercero, que la tradición admite por insignia de una región ilustre, nervio de la nacionalidad, con lo que el emblema de la República, así formado, resume más acertadamente la armonía de una gran España. [...] 


http://es.wikipedia.org/wiki/Bandera_de_la_Segunda_Rep%C3%BAblica_Espa%C3%B1ola

http://www.abc.es/cultura/20140202/abci-bandera-republicana-general-rojo-201402012039.html

http://www.izquierdarepublicana.com/bandera-de-la-ii-rep%C3%BAblica

domingo, 1 de junio de 2014

Pasados de moda

Por Vicente Hernández Estrella


“Somos guerreros derrotados pero nuestra es causa invencible” (Mons. Casaldáliga)

“Juan Bravo no se retiene: cumplid con toda sentencia, pero llamarnos traidores nadie puede en esta tierra. Mientes tú, vil pregonero, y aquel a quien obedezcas” (Luis López Álvarez, poema de los Comuneros)


El castellanismo político representado por el PCAS (Partido Castellano) lo ha intentado de nuevo. Todo parecía favorable: respetabilidad, visibilidad, partidos afines , como la Chunta Aragonesista de Labordeta o Compromís (Valencia), y sobre todo, la formación ecologista EQUO, con la que tantas cosas había en común (fundamentalmente la lucha contra las amenazas al medio ambiente, en Castilla y el resto de España).

Pues bien. Tengo la sensación de que nuestro mensaje sigue sin llegar. Esta vez hemos sido más visibles, sí, claro, pero ¿hasta qué punto? En la noche electoral, sólo se hablaba de Equo, Compromís y acaso CHA al hablar de la coalición Primavera Europea.

No obstante, parafraseando a Marx (Groucho), . el castellanismo ha conseguido salir de la nada para alcanzar las más altas cotas de la miseria.

Lo positivo, aparte de conocer a buenas gentes de Por Un Mundo Más Justo (PUM+J), Democracia Participativa o Chunta, es que algunos amigos “de izquierdas” han empezado a vernos con menos recelo (lo cual tiene en contrapartida el que muchos simpatizantes “de derechas” han visto con malos ojos el alineamiento del Pcas con movimientos ecolo-progresistas. ) Como dice un compañero de Madrid, hemos hecho “networking”.

Por contra,  muchos de los “nuestros” no han entendido que fuésemos de la mano con pro-trasvasistas. O , peor aún, con “ciudadanos del mundo” a los que nuestra tierra y nuestra causa no sólo les trae al pairo, sino que les causa rechazo.

Está claro que no se le puede caer bien a todo el mundo. Es más, esto no es deseable. Como decía el vate, “sólo los tontos no tienen enemigos”.

Pero si algo se ha vuelto a poner de manifiesto, desde mi modesto punto de vista, es que para la mayoría los castellanistas seguimos siendo los “raritos”, o quizá unos nostálgicos de una causa pasada de moda. Para buena parte de la población española,sometida a un proceso de lavado de cerebro desde los días de la transición para hacerla comulgar con las ruedas de molino de las autonosuyas, Castilla ya no existe más que en los libros de Historia. Muchos que leen con avidez novelas sobre el mágico reino de Camelot o están enganchados al universo de “Juego de Tronos” luego desprecian y reniegan de sus propias raíces e identidad.

Esto lo llevamos diciendo desde hace mucho voces que clamamos en este desierto mesetario. Y seguimos provocando sonrisitas condescendientes entre buena parte de la masa borreguil.

Da igual. Nosotros seguiremos a lo nuestro. Nuestras ideas no son fagocitables por los partidos o los movimientos populares del sistema. Eso contribuye a que nuestro mensaje no llegue. Pero que a la vez pueda resultar atractivo para los inconformistas y disidentes.

Ese debe ser nuestro objetivo, llegar a esos rebeldes. Aunque la mayoría siga creyendo que estamos pasados de moda. No llegamos  a la gente joven. Parecemos un movimiento de “viejos”. Como los toros, los botijos o la música de los 60.

Todo lo demás, intentar congratularse y contemporizar con los que nos desprecian no nos llevará a ninguna parte. Bueno, sí. A que algunos hombres buenos y entregados (y algunas mujeres, pero menos) nos desanimemos, nos quememos y abandonemos la “casa común del castellanismo”. Como ya le pasó a Tierra Comunera.

Todo empresario inteligente sabe que el principal activo de una empresa son sus empleados. Y en los grupos castellanistas, a menudo enfrentados entre sí, no se cuida a sus Recursos Humanos, gentes bregadas que aguantan truenos y granizo manifestándose contra el Fracking en Burgos o un sol criminal luchando contra el basurero nuclear (ATC) en Cuenca.

Y mientras eso no suceda, ni coaliciones, ni leches en vinagre. Hemos de seguir luchando en la calle contra todo y contra todos.

Estrella V. Hdez es Secretario General en funciones de la Asociación Socio-Cultural Castilla y miembro de la agrupación madrileña del Partido Castellano (PCAS, integrante de la Coalición “Primavera Europea”)