Zocodover. Homenaje Comuneros 2011

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domingo, 13 de agosto de 2023

Entrevista a los Hermanos Cubero (de la web de la Asociación Castilla)

 Artículo original publicado por la Asociación Castilla el 26/02/2016



Entre los objetivos de la ASCCAS está el promover, apoyar y dar a conocer las manifestaciones culturales castellanas. En el caso de la música, iniciamos recientemente una sección de entrevistas a músicos castellanos “con raíces”. La primera entrevista fue a Vanesa Muela, investigadora e intérprete de música tradicional castellana. En esta ocasión cambiamos radicalmente de estilo, con un dúo muy peculiar pero que desde nuestro punto de vista enarbola orgullosamente la bandera de la música castellana. Consiguiendo algo novedoso y muy loable, como es haber acercado dos mundos aparentemente diferentes como son el de la música norteamericana  y el folk castellano.

Pregunta. En primer lugar, Hermanos Cubero, gracias por concedernos esta entrevista.

Respuesta: Gracias a vosotros por vuestro interés.

P. Naturales de Guadalajara y afincados en Barcelona. Interpretáis un estilo único, entre el bluegrass de Tennesse y las dulzainas castellanas, influidos por “monstruos” tan distintos (y distantes) como Agapito Marazuela y Bill Monroe. La verdad es que el folk americano, con raíces en Irlanda y otras partes del continente europeo, y el folclore castellano o de otros territorios de la Península Ibérica tienen mucho más en común de lo que el profano puede pensar. No obstante, lo de interpretar música pensada para dulzaina y tamboril con mandolina y guitarra acústica no es algo que se vea todos los días. ¿Cómo se os ocurrió tal fusión? Porque os lo habrán preguntado mil veces (risas)

R. Bueno, para nosotros no es tal ocurrencia. No lo consideramos ningún experimento. Es simplemente tocar melodías que nos gustan con nuestros instrumentos. Hace tiempo leí a James Burton algo así como que si tratas a una guitarra como una guitarra, tocarás la guitarra, si la tratas como un instrumento de música, harás música. El objetivo es desprenderse de cualquier tipo de barrera, que normalmente es uno mismo quien se las impone.

El repetorio de dulzaina (y resto del repertorio tradicional, ya puestos) es una fuente inagotable de piezas que nunca dejan de sorprender y que tenemos la suerte de tener a nuestro alcance gracias al trabajo de muchas personas que se han preocupado de recuperar y mantener, y que además ahora es más accesible que nunca gracias a que se puede consultar la fonoteca de la Fundación Joaquín Díaz on-line a traves de Wikimedia Commons, ¡y eso es algo que no lo paga todo el dinero del mundo!



Los Hermanos Cubero. Fotografía de Albert Badia



P. Habéis tocado ante auditorios bastante distintos también. Es lógico pensar que no es el mismo público el que os va  a ver a la Sala el Sol de Madrid “teloneando” a Víctor Coyote que el que asiste a un festival folclórico en Segovia. En vuestros conciertos hemos tenido ocasión de ver desde rockers de tupé y patillas hachudas hasta jóvenes melenudos aficionados al folk metal. Y, habéis logrado superar la sorpresa de muchos consiguiendo el aplauso de propios y extraños (esto lo puede corroborar el entrevistador, en calidad de público) ¿Cuáles han sido vuestras impresiones al actuar en “tierra de folkies” por decirlo de algún modo? ¿Alguna anécdota o algo que nos queráis comentar?

R. En última instancia la música trata de sentimientos y relaciones, y en eso somos todos iguales. Puede que algunas personas vengan a vernos por los instrumentos acústicos, otras por la estética, otras por que le recordemos a tal o cual canción de su pueblo o por los matices de tal o cual influencia, o cualquier otro motivo. Pero para nosotros, se trata de comunicar  la historia que cuente cada canción de la manera más sencilla y directa posible para que cualquier persona pueda sentirse identificada con el mensaje. Si las personas nos despojamos de lo accesorio, somos todos iguales. Pues bien, creemos que con las canciones pasa lo mismo independientemente del estilo. De esa manera el mensaje debería llegar a cualquier persona que tenga cierta predisposición.

P. Vuestro primer disco, “Cordaineros de la Alcarria” fue una impecable combinación de versiones (“la entradilla” de A. Marazuela, el romance de la Molinera y el Corregidor…) y temas propios. De letras tan brillantes como la que da título al álbum o árbol de vida. En el caso de la música tradicional que versionáis, habéis sabido combinar a la perfección el lenguaje tradicional castellano con el  del bluegrass. Esa misma línea siguen vuestros trabajos posteriores, “Flor de canciones” y “A Burrasca Perdida”, aunque también tenéis la virtud de acercaros a estilos tan dispares como la habanera o la jota sin despeinaros. ¿Hay algo que os apetezca hacer? ¿Algún cambio o alguna evolución sorprendente?

R: Muchas gracias. Muy amable. Nos apetece hacer millones de cosas pero son las circunstancias las que nos guían. Cambio o evolución, el tiempo lo dirá. Esperamos vuestras impresiones cuando escuchéis nuestro nuevo álbum.

P. Toda vuestra discografía está impregnada de cierta “morriña” por la Alcarria (si me permitís el galleguismo): “A Orillas del Henares”, “Cordaineros de la Alcarria”, “En la Alcarria para siempre.” En ese mismo sentido, muchas de vuestras canciones (“Es usted de Castilla”, “Pasa el Mielero”) son auténticos cantos de amor a la tierra en que crecisteis impregnados de cierto sentimiento de orgullo. Hoy día, que parece que ser castellano no está de moda o no está tan bien visto en las provincias castellanas, ¿creéis que el ser emigrante en otras tierras ayuda a sentirse de Castilla o castellano? ¿O para darse cuenta del abandono de nuestra tierra? No sé, ahí lo dejo. Y en relación a esto, ¿cómo se ve desde esa Cataluña que tan bien os acogió el reivindicar el folcore castellano y traducirlo al idioma bluegrass?

R: Te contesto con dos frases hechas: Hay que mirar las cosas con perspectiva. No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Sin duda vivir lejos de la tierra natal hace que la idealices, cosa que está muy bien para dar ese halo de romanticismo a las canciones. Pero vuelvo al tema de antes, lo importante es el fondo de las canciones, la esencia. Puede que el amor a la tierra natal sea solo una herramienta más a utilizar a la hora de intentar expresar quién y cómo eres y de qué manera sientes que debes relacionarte con la gente que te rodea. Todo el mundo es de algún sitio y ese sentimiento es el mismo, seas de donde seas. No me refiero a política territorial o cultural, me refiero al sentimiento desnudo de intentar saber de dónde vienes para intentar disipar la incertidumbre de hacia dónde vas. Nosotros somos de Castilla y es lo que conocemos y a lo que cantamos, pero el sentirse de tu lugar es un sentimiento universal, sea cual sea ese lugar.


Respecto a la última pregunta, creemos que la acogida a nuestra propuesta musical ha sido buena, Cataluña es un país muy abierto, receptivo y hospitalario. Han contado con nosotros para participar en algunos de los mayores festivales que se hacen en Cataluña, como el BAM, el Festival de Jazz de Barcelona, el Barnasans, la Fira Mediterrània, y eso da una idea de la apertura cultural del país.

P. A nivel personal y como músicos a día de hoy, ¿estáis al día de lo que se “cuece” en el campo de la música tradicional? ¿Y en el mundo del rock and roll más “revival”?

R: Intentamos estar informados. Pero estamos más atentos al circuito folk que al circuito del rock.

P: Y en marzo, nuevo disco. ¿Algo que queráis compartir con nuestros simpatizantes, socios y vuestros cada vez más numerosos seguidores?




R: Sí. 19 de marzo. Arte y orgullo. Dejemos que las canciones hablen por sí mismas.


https://loshermanoscubero.bandcamp.com


Aquí os dejamos un tema de anticipo del disco:






https://www.asc-castilla.org/castilla/folclore-y-etnografia/entrevista-a-los-hermanos-cubero/#:~:text=P.%20Gracias%20por,INICIAR%20SESI%C3%93N


viernes, 3 de febrero de 2023

CASTILLA, CULO DE ESPAÑA

EL DÍA DE CASTILLA, CULO DE ESPAÑA. (Abril 2009). Artículo de opinión de Pedro de Hoyos en SIGLO XXI Diario digital.


Hoy es 23 de abril, fecha que recuerda la derrota de los Comuneros de Castilla en una de las más definitorias páginas de la Historia de España. Es la fiesta de Castilla y León y de Aragón. Sin embargo en los telediarios esto no ocupará más que unos breves segundos en el cierre del noticiario. Previamente, ocupando largos minutos en el centro de los informativos, nos ilustrarán con amenas imágenes de la celebración del día de la bella costumbre catalana de regalar un libro y una rosa en el día de San Jordi, amable costumbre que deberíamos imitar en el resto de España.


La anécdota es significativa de lo poco que Castilla pinta en esta España de las autonomías. Si Castilla junto a Aragón fue la clave de la unión de diversos reinos en uno solo, el pago que recibe es el olvido absoluto. Castilla vivió más siglos independiente que los que lleva unida a España, pero esa unión ha servido, (sin hablar de atraso, despoblación y envejecimiento) para que Castilla fuera troceada en cinco autonomías de la señorita Pepis, autonomías de segunda, inservibles, ineficaces y poco competitivas.


El Castellano nació en lo que hoy es La Rioja y por algo se llamó Castellano y no Riojano, Santander siempre fue el puerto de Castilla. Sin embargo ambas forman ahora autonomías uniprovinciales diferenciadas. Cabeza de ratón, vaya. Por otra parte, si Madrid no es Castilla, ¿entonces qué diablos es...? Y respecto a la invención política de Castilla-La Mancha... ¿Por qué no se sacaron de la manga también una Castilla -La Tierra de Campos o Castilla-La Alcarria?


Pero eso podemos igualmente trasladarlo a la actualidad: Andan todos los medios informativos poniéndonos al cabo de la calle de las circunstancias políticas de Euskadi, de Galicia, de Cataluña... pero casi nadie fuera de Castilla y León conoce ni de lejos el nombre de nuestro presidente autonómico (incluso pocos castellanos y leoneses lo conocen), es muestra del poco peso político y de la nula influencia que los castellanos, germen de España, tenemos en ella. Somos unas autonomías "cuchara": ni pinchamos ni cortamos.


Y si hablamos de actualidad hemos de hablar de la financiación autonómica e imprescindiblemente debemos aludir al chollo constitucional que tienen el País Vasco y Navarra, prueba irrefutable de que no todos los españoles somos iguales ante la Ley, así como a la financiación catalana, una vez conseguida la relación bilateral con el Estado. ¿Por qué unos españoles tienen privilegios que otros no tenemos? ¿En nombre de qué democracia se otorgan beneficios a unos que no a otros ciudadanos? ¿En esa "megasuperfinanciación" que Cataluña va a conseguir se descontará lo que los políticos catalanes gastan en embajadas en el extranjero? Que se sepa Cataluña no tiene competencias para ello pero bien que se gasta sus millones. O en potenciar la lengua de los indios jíbaros, de lo que sin duda el ciudadano medio catalán sacará enorme provecho en su vida cotidiana. O en las siempre deficitarias televisiones autonómicas catalanas (E incluyo también la de Castilla-La Mancha; Castilla y León no tiene televisión autonómica pública sino privada).


Sí, sé que estoy siendo superficial al abordar los temas sin profundizar en ellos por falta de espacio. Y por supuesto no se me olvida la enorme responsabilidad que tienen nuestras propias autoridades y los mismos castellanos en esta situación. Desde Franco, con quien empezó la emigración y el despoblamiento, pasando con los responsables "regionales" del PSOE que lejos de imitar a sus hermanos catalanes, vascos o gallegos aceptan cabizbajos y sumisos todo lo que diga "Ferraz", hasta los repetidos gobernantes del PP, que una y otra vez se turnan en el gobierno autonómico sin conseguir jamás el objetivo de subir a Castilla a la primera división en la toma de decisiones nacionales.


Los castellanos somos el culo de esta España hecha, cuando la famosa Transición, a la medida de unos cuantos, quizá si tuviésemos un partido político propio con el que presionar al Gobierno de todos, con unos parlamentarios cuyos votos fuesen decisivos, otro gallo nos cantaría, quizá se nos tendría en cuenta a la hora de tomar decisiones.